lunes, 1 de noviembre de 2010

El arte como pantalla social | Conflictos individuales en tiempos globales



Extracto de la colección de ensayos que he ido escribiendo en los últimos años y que abordan los aspectos de la creación artística en la globalización y más en concreto en un tiempo en el que el valor de lo social vive en el descrédito.
Próximo libro de ensayos "El arte como pantalla social. Conflictos individuales en tiempos globales" que entrará a concurso en el Premio de Ensayo de Caja Madrid 2011.

"Somos una sociedad vulnerable, aunque nuestro optimismo tecnológico nos haga sentir fuertes y vigorosos, esta fragilidad nos hace ser conscientes de lo indefensos que estamos ante tragedias como la vivida en el 11S. El efecto mental de la catástrofe nos recuerda Jean Baudrillard es “detener las cosas antes de que concluyan, y mantenerlas así en el suspenso de su aparición”[1]. Los suicidios de la gente en las Torres Gemelas, cayéndose sobre el vacío, despiertan un poder simbólico mediático que transciende más allá de la imagen para convertirlo en un icono con sentido histórico. Expresaban lo inverosímil a través de la espectacularidad de un desorden televisado en directo, algo más real que lo real, puro artificio al estilo de las películas de Hollywood.
Jaques Derrida expresaba su opinión del 11S un mes más tarde del suceso con un argumento aplastante sobre el uso del lenguaje dado desde los medios de comunicación, sobre la pérdida de la hegemonía mundial y la representación de una América amenazada como una metáfora de un mundo global también en peligro: “No lo digo solamente porque se haya apuntado, atentado, violado a los Estados Unidos en su propio suelo por primera vez en este siglo, y desde hace cerca de dos siglos, desde 1812, sino porque el orden mundial que sintió que se le apuntaba a través de toda esta violencia está ampliamente dominado por el idioma angloamericano, un idioma indisolublemente ligado al discurso político que domina la escena mundial, el Derecho Internacional, las instituciones diplomáticas, los medios de comunicación, la mayor potencia tecnocientífica, capitalista y militar”[2].
En un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, Jessica Stern mencionaba a tan solo nueve días después del 11S que “había que tener mucho cuidado con el lenguaje, ya que los americanos han llamado “cruzada” a esta batalla contra el terrorismo, y esto implica guerra contra el Islam”. Una actitud que la prensa en España no ha sabido ser precavida con sus enunciados prejuiciosos, “Bin Laden, el hombre que odia”[3]. Designar a alguien de esta forma nos hace ver que la locura y la violencia son la base primigenia de la naturaleza de sus actos, los mismos que hacen posible que degeneren en las más oscuras perversiones, y por supuesto no tienen una meta definida ni objetivo claro, simplemente odio hacia Occidente.



Autor: Santiago Sierra  |  Obra: Los penetrados (2009)


"El arte como pantalla social. Conflictos individuales en tiempos globales"  (2010)

                                         ÁNGEL ROMÁN

[1] BAUDRILLARD, Jean. Las estrategias fatales. Editorial Anagrama. Barcelona 1984. Sexta edición 2000. Pág. 23

[2] Entrevista realizada por Giovanna Borradori a Jaques Derrida el 22 de Octubre de 2001 en Nueva York.

[3] Titular de El País el 12 de septiembre de 2001.


Más info:
Fin de plazo de entrega: 1 de Diciembre de 2010

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